viernes, 29 de noviembre de 2013

Más Grullas y menos Dehesas... Pero tenemos un FESTIVAL DE LAS GRULLAS.

Ya es un éxito que las administraciones públicas, en este caso Las Direcciones Generales de Turismo y de Medio Ambiente del Gobierno de Extremadura , junto con el Ayuntamiento de Navalvillar de Pela trabajen duro en la organización de este evento año tras año. Algo está cambiando... y para bien.

Decía en una de mis entradas de este blog, hace más o menos un año, que la dehesa siempre fue por excelencia el lugar predilecto para la invernada de las Grullas, y que por esta razón nuestra región ha venido acogiendo durante la temporada invernal a la gran mayoría de las Grullas que usan la ruta occidental en su viaje hacia el sur durante la temporada fría. Y decía también que tal biotopo fue siempre el más característico de nuestra región, aún siendo artificial, es decir, resultado de la acción humana; pero una acción muy lenta, consistente en el aclarado paulatino de árboles y la eliminación del matorral subyacente, con la idea de disponer de pastos para la ganadería y zonas de cultivo de cereales.

Paisaje de dehesa en Extremadura. Vista aérea.

La presencia de las Grullas en nuestras dehesas sin duda se remonta a aquellos tiempos en los que se reproducían en la Península Ibérica (incluida la región Extremeña) y es muy probable que estas aves, junto con las que cada invierno llegaban desde el norte, debieron descubrirlas a medida que estas se fueron creando, y su expansión por las mismas durante la invernada debió ser casi paralela a la proliferación de este nuevo medio, en el que encontraban todo lo necesario para pasar el invierno: una temperatura suave, una relativa tranquilidad, y sobre todo unos abundante frutos de gran valor energético: las bellotas.

De esta forma, durante muchos años las dehesas extremeñas fueron casi el único lugar de invernada de las Grullas que visitaban nuestra región. Año tras año el paisaje seguía igual; inalterable; Y estas elegantes y ruidosas aves seguían fieles a su lugar de invernada.
Primer plano de Grulla. Fotografía tomada en una dehesa de La Serena. Es una de las fotos seleccionadas para el calendario 2014 de los Blogueros Extremeños.

Hoy todo es diferente. Gran cantidad de nuestras dehesas han desaparecido y continúan haciéndolo, convertidas en cultivos de regadío como maizales, arrozales e incluso olivares. El modo de vida tradicional ha cambiado… pero las Grullas siguen aquí. Ellas supieron adaptarse en seguida a los nuevos cambios, pues seguían teniendo comida en abundancia (restos de maíz y de arroz), que ya conocían bien por sus paradas durante la ruta migratoria, y además ahora disponían de una gran abundancia de zonas encharcadas para usarlas como dormideros.
 
 
 
Arriba Grupo numeroso de Grullas en rastrojo de arrozal, y sobre estas líneas familia en primer plano. Es indudable que el paisaje nada tiene que ver con el de una dehesa.

¿Quiere esto decir que la sustitución de muchas dehesas por regadíos haya mejorado la vida de las Grullas y que por esa razón su población esté en crecimiento? Rotundamente NO. Al menos en mi opinión (y en la de muchos ornitólogos con los que he hablado del tema).

El incremento de la población de Grullas en Europa viene produciéndose de forma paulatina en los últimos años y tiene que ver directamente con las zonas de reproducción, no con las de invernada, a las que llegan más o menos Grullas en función del estado de las poblaciones.

Pareja de Grullas sobrevolando una dehesa.

Todavía seguimos teniendo muchas dehesas en Extremadura, pero no están libres de amenazas: aclarado de árboles, trazado de nuevos caminos y pistas, de líneas eléctricas, construcción de viviendas de segunda residencia, molestias por caza intensiva, empleo masivo de herbicidas en la agricultura, cargas ganaderas desmesuradas, y sobre todo arranques masivos para transformación de los terrenos en zonas de regadíos … todo ello nos dice que en muchas dehesas el modelo tradicional de explotación racional de los recursos se perdió; y que el futuro es incierto.

Aunque las Grullas que invernan en Extremadura disponen de buena cantidad de alimento en los regadíos, ese alimento no es tan energético como las bellotas, y por tal motivo frecuentan más las dehesas (en busca de este preciado alimento) antes de iniciar el viaje migratorio de regreso a sus lugares de reproducción.
Grulla en dehesa, alimentándose de bellotas. La imagen  con la bellota en el pico lo dice todo.
Por este motivo, y sobre todo por mantener unos sistemas agroganaderos sostenibles, y por mantener el paisaje natural de nuestra región, debemos reivindicar el mantenimiento de nuestras dehesas como zonas de invernada de Grullas, y con ello de toda una forma de vida basada en la sostenibilidad de los recursos naturales y de conservación del medio natural.

Está claro que el sistema que se ha implantado en las últimas décadas está en crisis. Los modelos productivos desarrollistas han supuesto un rotundo fracaso y sólo perviven gracias a las subvenciones, que no van a ser eternas. Por ello debemos apostar por modelos más tradicionales y respetuosos  con la vida y con el entorno.

Gullas en dehesa, con su característico trompeteo.

 En esta apuesta por los modelos tradicionales, el turismo de naturaleza, en sus distintas variantes (alojamientos rurales, observación de aves, fotografía de naturaleza, senderismo,…) tienen una gran cabida en nuestra región y en particular en sus dehesas. Todavía conservamos eso que en muchos países de Europa se ha perdido: un paisaje natural, una flora, una fauna salvaje y unos recursos naturales que son únicos. En este contexto, podemos ser uno de los principales recursos turísticos de Europa, gracias a las Grullas y también a otras muchas especies de aves de la dehesa y de otros hábitats de nuestra región. Pero para ello primero es necesario que aprendamos a conocer nuestro potencial y a valorar su gran importancia. Sólo así nos esforzaremos en conservar nuestras dehesas y demás biotopos naturales. Ojalá que sean pues las Grullas las que nos ayuden a ello.

Grupo de Grullas en dehesa.
Por todo ello, vuelvo a terminar esta entrada como la de hace un año: invitando a ornitólogos, fotógrafos de naturaleza, conservacionistas, viajeros, y en general a todas aquellas personas interesadas en disfrutar de un espectáculo tan sorprendente y a la vez natural como es la invernada de las Grullas, a que lo hagan en el entorno incomparable de las dehesas extremeñas. Es obvio que las Grullas pueden verse en abundancia en los regadíos (quizá con más facilidad por ser medios abiertos) pero el marco, el entorno, es escenario…, como queramos llamarlo, no tiene nada que ver.

Por último decir que el próximo sábado día 30 se celebra el FESTIVAL DE LAS GRULLAS en el Parque Periurbano de Moheda Alta (Navalvillar de Pela). Una excelente ocasión para observar y conocer a estas aves, y para adentrarnos en el conocimiento y el respeto a nuestras dehesas. Espero ver a mucha gente por allí.

1 comentario:

  1. Son unas imágenes muy bien castadas
    Un gran saludo desde Doña Mencia (CORDOBA)

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